Educación • 14 min read
Por Bitpanda
23.12.2022
Decir que 2022 ha sido un año lleno de acontecimientos para el sector cripto sería quedarse muy corto. Desde la esperada fusión de Ethereum y la adopción mainstream de los NFT hasta los momentos más difíciles, como el bajo rendimiento del mercado y el colapso de FTX, este año ha demostrado una vez más que nuestra industria es dinámica y de rápida evolución. Hoy queremos echar la vista atrás para repasar todos los eventos que definieron 2022, en particular las numerosas mejoras que llevamos a cabo aquí, en Bitpanda, y trasladarte algunas ideas de nuestro CEO, Eric Demuth.
A finales de 2021 se produjo una alentadora recuperación económica mundial, tras el impacto global de la pandemia de Covid-19 durante los años anteriores. La mejora del acceso a las vacunas en todo el mundo y los bajos tipos de interés contribuyeron a estimular el crecimiento económico. Por fin, un respiro en 2022, o eso creíamos.
En diciembre de 2021 hubo indicios de una inminente crisis inflacionista, ya que el Índice de Precios al Consumo de Estados Unidos subió un 7,0% interanual, lo que representó el mayor incremento en 12 meses desde el periodo finalizado en junio de 1982. Sin embargo, el punto álgido se produjo en febrero de 2022, cuando Vladimir Putin conmocionó al mundo al comenzar la invasión rusa de Ucrania. Tras esta acción ilegal, la comunidad internacional anunció diversas sanciones comerciales a Rusia que provocaron un fuerte repunte de los precios del petróleo y las materias primas, especialmente en Europa, debido a su dependencia del suministro energético ruso. Esta combinación de escasez y aumento de la demanda de petróleo, gas natural y trigo ha provocado alarmantes tasas de inflación de dos dígitos en muchos países del G20, como Alemania (10%), Reino Unido (10,7%), Italia (11,8%), Turquía (84,3%) y Argentina (92,4%).
Sin duda, la elevada inflación, la crisis del coste de la vida, la subida de los precios de la energía y los alimentos, y varios errores políticos, como el presupuesto de emergencia del Reino Unido en septiembre de 2022, han tenido un enorme impacto en la confianza de los inversores y en la confianza del mercado. Estos problemas también han tenido un tremendo impacto en el sector de las criptomonedas.
Lo diremos sin rodeos: 2022 fue un año turbulento para las criptomonedas. En la primera mitad del año fuimos testigos de una fuerte caída en el mercado, que no hizo ningún favor a la mayoría de las criptomonedas ni a los exchanges más utilizados.
En mayo, cuando Coinbase publicó unos ingresos del primer trimestre inferiores a lo esperado, también incluyó en el informe una relación de riesgos que sembró el pánico entre sus clientes, ante la incertidumbre de lo podría suceder con sus fondos en caso de quiebra. Aunque Brian Armstrong, CEO de Coinbase, aseguró a los clientes a través de Twitter que sus fondos estaban «seguros», la situación planteó la pregunta de quién es realmente el propietario de las criptomonedas que se compran en los exchanges. La incertidumbre y el escepticismo hicieron que las acciones de Coinbase y el valor de su moneda, COIN, se desplomaran drásticamente, llegando a tener un rendimiento muy por debajo del resto del mercado.
Más tarde, en noviembre, una serie de Tweets entre el CEO de Binance, Changpeng Zhao, y Sam Bankman-Fried, el ahora ex niño prodigio de las criptomonedas y también ex-CEO de FTX, reveló que Zhao vendió todos sus tokens FTT tras enterarse de ciertas prácticas comerciales turbias llevadas a cabo en FTX y su filial Alameda Research. La situación explotó inmediatamente y un aluvión de retiradas de depósitos sumió a FTX en una crisis de liquidez. El hecho obligó a abrir una investigación que reveló que FTX estaba malversando fondos para apuntalar a Alameda. Inmediatamente, FTX se declaró en bancarrota, dejando a la compañía con una deuda de 3000 millones de dólares a sus acreedores. Como consecuencia el FTT, el token nativo de FTX, perdió gran parte de su valor; la fortuna (y la reputación) de Sam Bankman-Fried se evaporaron y algunos clientes todavía no han recuperado su dinero: 8000 millones de dólares, para ser exactos. El 13 de diciembre, Sam Bankman-Fried fue arrestado en las Bahamas acusado de fraude.
Dijimos que había sido un año desenfrenado, ¿verdad?
Por desgracia, esto tuvo graves consecuencias para el sector de las criptomonedas ya que la confianza en el sector se resintió. Pero el aspecto positivo es que se puso en el punto de mira un tema muy necesario: el de la regulación de las criptomonedas.
«Tenemos que extraer las lecciones del colapso de FTX. Una de las más importantes es que la regulación sin aplicación no sirve de nada. A día de hoy, hay demasiadas empresas operando en Europa sin siquiera molestarse en solicitar licencias o en aplicar normativas locales, porque saben que no pasa nada. Por algo FTX tenía un «FTX US» y no un «FTX Europe»: las empresas temen las consecuencias de infringir las normativas en Estados Unidos.
También tenemos que reducir el acceso a los sistemas fiat a quienes incumplen las reglas. No debe permitirse que los proveedores de servicios de pago de Europa den acceso a los sistemas fiduciarios europeos sin que se aplique la misma supervisión al usuario final.
El próximo marco de los mercados de criptoactivos (MiCA) será el gran paso siguiente en la buena dirección, ya que agilizará la regulación y la supervisión en la UE y es de esperar que mitigue parte del caos. Creo firmemente que estas medidas no harán sino mejorar nuestro sector y le ayudarán a alcanzar nuevas cotas en los próximos años».
En Bitpanda queremos destacar por ser una plataforma de inversión minorista regulada y para ello estamos decididos a contar con todos los registros y licencias de criptomonedas que sean pertinentes. Bitpanda cumple con diligencia todas las leyes y normativas europeas. Nuestros negocios cuentan con diversos registros en PSCA, licencias del paquete MiFID II, E-Money y la Segunda Directiva de servicios de pago en todos nuestros mercados principales.
La regulación es el siguiente gran paso para las criptomonedas, y un paso necesario, además. Más información sobre el compromiso de Bitpanda con la seguridad y la regulación
2022 comenzó con Bitcoin y la mayoría de las principales altcoins en números rojos y con el Índice de miedo y codicia rondando la zona del «miedo extremo». Solo en las primeras dos semanas, la capitalización total del mercado de criptomonedas cayó a alrededor de 1,75 billones de euros. A principios de la primavera, el mercado empezó a repuntar y el sentimiento de confianza general se recuperó ligeramente.
Aunque no podemos decir que 2022 haya sido un año increíble para las criptomonedas, no empezó demasiado mal para el sector: los principales bancos e instituciones empezaron a interesarse seriamente en el potencial de las criptomonedas, lo cual conllevó que mejorara su reputación y exposición al gran público. Ya en febrero, el State Street Bank, el segundo banco más antiguo en funcionamiento de los Estados Unidos, tomó la iniciativa al anunciar planes para lanzar un servicio de custodia de criptoactivos para Bitcoin y otros activos digitales. En octubre de 2022, el Bank of New York Mellon, el banco custodio más grande del mundo, lanzó una nueva plataforma de custodia de activos digitales y se convirtió en la primera institución bancaria importante de EE. UU. en guardar activos digitales en la misma plataforma que inversiones tradicionales.
KPMG Canadá decidió añadir criptoactivos a su tesorería corporativa. Esta asignación de criptoactivos fue la primera inversión de este tipo para la firma y un momento histórico para la credibilidad de las criptomonedas. Según las propias palabras de Benjie Thomas, socio gerente de la empresa canadiense de servicios de asesoría, KPMG,
«los criptoactivos son una clase de activos que está madurando […]. Esta inversión refleja nuestra creencia de que las instituciones seguirán adoptando la tecnología blockchain y los criptoactivos, y de que se convertirán en un componente habitual de la combinación de activos».
Todo iba bien hasta mayo, cuando llegó la que solo puede describirse como una de las peores semanas en la historia del sector: los mercados financieros globales se hundieron y con ellos el de las criptomonedas, con una venta masiva que se tradujo en caídas de dos dígitos en las principales monedas del mercado. Bitcoin cayó casi un 23 % en siete días, mientras que algunas de las diez altcoins principales sufrieron pérdidas de más del 50 %. Esto coincidió con el colapso del ecosistema Terra, su token LUNA y la stablecoin TerraUSD (UST), la tercera mayor stablecoin del mundo, que se desvinculó del dólar estadounidense y cayó por debajo de los 0,30 dólares, mientras que LUNA se desplomaba más del 95 %. Las cosas fueron de mal en peor cuando el Índice de miedo y codicia cayó a 7 (de 100), algo que no había ocurrido desde agosto de 2019.
Tuvimos que esperar hasta finales de julio para vislumbrar el inicio de la recuperación del mercado. En agosto, el Bitcoin y las principales altcoins empezaron a subir después de que un informe del IPC de EE. UU. mostrara que en julio la inflación de EE. UU. se había situado en el 8,5 % interanual. Durante los meses de cierre del año se siguieron produciendo ligeras subidas y bajadas.
Uno de los acontecimientos más importantes en el sector de las criptomonedas tuvo lugar este año: por supuesto estamos hablando de la fusión de Ethereum de «Proof of Work» a «Proof of Stake» que se produjo, por fin, en septiembre de este año. La mayor actualización en la historia de Ethereum se llevó a cabo sin grandes problemas; el rendimiento de ETH aumentó en ese período y, en respuesta, cayó el de Bitcoin.
Nadie ha dicho que este año no haya sido difícil, pero las criptomonedas ya han pasado por momentos así y siempre acaban recuperándose. El nuestro es un sector dinámico que evoluciona a gran velocidad, en el que regularmente se presentan nuevos avances tecnológicos y nuevos proyectos innovadores, y que cuenta con una comunidad fuerte y entusiasta que crece día a día. A pesar de los contratiempos de 2022, hay mucho por lo que ilusionarse en los próximos años. Como veremos a continuación, los NFT, las criptomonedas y los proyectos DeFi y Web3 están llegando al gran público. Tenemos una gran fe en el sector y le auguramos un buen futuro.
Como contrapunto, recordemos que este fue sin duda el año que consolidó los tokens no fungibles (NFT) como uno de los tipos de activos digitales más populares, creativos y accesibles: cuando Paris Hilton habla del Bored Ape Yacht Club en el programa de Jimmy Fallon, queda claro que los NFT se han vuelto mainstream». 2022 se recordará como el año del boom en las colecciones de NFT, que aparecieron por todas partes y llegaron a nuevas audiencias. Los NFT se han convertido definitivamente en el nuevo artículo imprescindible, desde Cryptopunks a Doodles, pasando por Cool Cats o Pudgy Penguins, así como en un símbolo de estatus que se puede lucir en la foto de perfil de Twitter.
2022 también fue el año en que las personas «de a pie» empezaron a tomar conciencia de qué es esto de las criptomonedas, gracias sobre todo al interés cada vez mayor en monedas y tokens que no son ni Bitcoin ni Ethereum. LINK, ADA y SOL son algunas de las criptomonedas, comparativamente más pequeñas, que han ido escalando posiciones este año.
Las colaboraciones con marcas conocidas y grandes equipos deportivos que lanzan sus propios tokens para sus fans también han contribuido a que las criptomonedas se vean como algo «normal» del día a día. En particular, el interés cada vez mayor por el metaverso ha convertido a las plataformas descentralizadas y sus monedas nativas en un espacio que hay que observar y en el que seguro que nos involucraremos en los próximos años. Descubre cómo grandes marcas como Meta, Microsoft y toda una serie de marcas de moda de lujo ya están triunfando en el metaverso.
2022 lo tuvo todo: crisis energéticas provocadas por conflictos geopolíticos, una inflación desbocada, el desplome de las criptomonedas... Sin embargo, mientras algunos aspectos del mercado se ralentizaban, otros cobraban fuerza.
Una clase de activos que se ha comportado excepcionalmente bien este año son las materias primas*. Aunque el precio de las materias primas* subió mucho durante el verano y el otoño debido al incremento de los precios de la energía, se considera que son activos a los que siempre hay que acudir para completar y mejorar cualquier cartera de inversión. Más información sobre por qué las materias primas* son una inversión popular.
Al igual que las materias primas*, las acciones* y los ETF* son clases de activos que pueden ayudar a diversificar la cartera de inversión, lo cual, como todos sabemos, es una de las reglas de oro de la inversión. Si se nos permite hacer autopromoción, este año hemos añadido mil acciones* y ETF* más a la plataforma Bitpanda, con lo cual duplicamos nuestra oferta y nos permite ofrecer a nuestros usuarios aún más oportunidades de invertir en lo que confían. Además, hemos añadido 17 ETF* más que cumplen los criterios ESG. Más información sobre Bitpanda Stocks.
En tiempos de inflación, dificultades económicas y conflictos geopolíticos, los metales preciosos han sido un salvavidas para los inversores que luchaban por mantenerse a flote. El oro se ha considerado durante mucho tiempo una inversión segura en épocas de turbulencias y ahora los inversores también añaden plata, platino y paladio a sus carteras para protegerse ante la inflación. Más información sobre cómo reforzar la cartera con metales preciosos.
Como ya sabemos, lo que ocurrirá el año que viene es una incógnita, pero no te preocupes, te aseguramos que Bitpanda traerá un montón de cosas increíbles. Termina el año con la resolución de invertir en tu futuro y deja que te ayudemos a ponerte en marcha: solo tienes que registrarte en Bitpanda y elegir de entre una amplia gama de criptomonedas, metales, acciones* y ETF*. ¡Felices fiestas y buen comienzo de año!
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